Diseño de Personajes cap.1: 

Construyendo a Dallas Parker

Cuando me planteé el reto de diseñar el aspecto visual del que habría de ser el héroe (o anti-héroe) protagonista de mi novela, había pocas cosas que tuviera fijadas; El mismo nombre de Dallas Parker fue de hecho el tercero de una lista de la que se cayeron con gran dolor de mi corazón
los dos anteriores por similitudes con otros ya existentes, sin embargo, había algo que siempre tuve muy claro desde el principio: Dallas Parker debía ser un tipo duro, y eso debía ser evidente tan solo con mirarle. Imaginé un individuo de 1,80 metros y unos ochenta kilos de peso magros de puro músculo.

Como hago siempre con todos mis personajes, el germen de mis hijos literarios comienza en la mesa de dibujo. Así pues empecé a abocetar rostros masculinos de aspecto curtido y robusto, si bien todos me llevaban a un arquetipo de héroe cinematográfico caucasiano que recordaba mucho a James Bond o Bruce Wayne. Mentón prominente, cuello robusto propio de un boxeador, alguna cicatriz mal curada...

Llegué igualmente a la conclusión de que habida cuenta del radical giro argumental que transcurre pasada la primera parte de la novela, era conveniente que mi protagonista pareciera 100% americano desde todos los ángulos...así que debía ser rubio platino natural y de ojos azules.

Debía ser un outsider, un inadaptado al margen de la sociedad bien pensante y sus convenciones morales, un superviviente nato con pocos escrúpulos capaz de pasar por encima de cualquiera cuchillo en mano, de salir adelante en cualquier situación o país sin ataduras de ninguna clase. En consecuencia, despegado e individualista, pero con su propio código. 

Finalmente decidí que debía tomar un modelo de la realidad para que mi personaje tuviera verdadero peso y vida propia. Desde el principio hubo dos nombres que resonaban en mi cabeza, acaso por haber interpretado a antiheroes individualistas de forma recurrente en sus carreras cinematográficas: Robert Redford y Steve McQueen.

Opté por dotar a mi personaje de la estructura ósea del primero, adoptando el robusto marco de su cara y mandíbula cuadradas, y completarlo con los expresivos ojos azules de McQueen.

El resultado se llamó Dallas Parker.